Para cualquier empresa, entender las necesidades del cliente y cubrirlas forma parte de su proceso básico de modelo de negocio, sin embargo, en momentos de incertidumbre se convierte en un reto con mayúsculas. Las empresas ya no sólo se enfrentan a un modelo global con clientes bien diferenciados, si no que deben ser capaces de adaptar sus modelos de producción en tiempo récord sin dejar de lado el estudio de los costes que ello conlleva. Es por ello, por lo que entran en juego dos elementos clave: el nuevo papel del CMO y los procesos de transformación ágiles. El CMO (Chief Marketing Officer) como líder de esta transformación y agente de cambio que permita abordar estos nuevos procesos ágiles que responden al reto de realizar un Marketing escalable y coherente. Resulta por ello clave que los pilares base donde se apoye esta figura sean los siguientes:

  • Saber utilizar y analizar el Customer data
  • Disponer de una mentalidad de negocio transversal
  • Comprender las tecnologías del marketing
  • Tener un papel clave en las iniciativas de crecimiento de compañía
  • Liderar la comunicación de sinergias entre departamentos
  • Y, sobre todo, ser la voz del cliente en la mesa de dirección
Partiendo de estas habilidades como premisas, a este nuevo chief no le queda otra opción que entender el customer journey en toda su extensión incluyendo, por supuesto, aquellos elementos donde la relación “no es tan de marketing” pero que sí que resultarán claves para generar valor en todos los momentos de contacto con el cliente. Todo ello, sin olvidar que uno de sus principales objetivos seguirá siendo ejecutar la estrategia y que no podrá hacerlo sólo si no que tendrá que hacerlo a través de la relación con otros departamentos para conseguir transformar iniciativas y objetivos de marketing en objetivos de ventas y financieros. Dejando de lado los objetivos más aspiracionales y aterrizando estas habilidades al día a día, podríamos identificar tres aspectos clave que todo CMO debería trabajar:
  • Habilidades. Identificar las habilidades de las que dispone en su departamento de cara a identificar puntos fuertes y de mejora. Esto le permitirá definir planes de formación o contratación con el objetivo de anticipar skills que pueda demandar durante la ejecución del plan. La generación de sinergias entre equipos multidisciplinares (técnicos y creativos) como estrategia clave.
  • Cultura abierta. Cultivar un entorno en el que la diversidad de opiniones sea una constante.
  • Agilidad. Promover dinámicas ágiles en la generación de valor a la compañía que permitan anticiparse y adaptarse a la constante nueva realidad de nuestros clientes.
Con esta redefinición del rol de CMO se destaca la relevancia de su papel en la compañía siendo uno de los pilares clave para llegar a nuestros clientes de una forma más rápida y eficaz. Y todo ello, siendo totalmente conscientes que la forma de evolucionar en las ventas es a través de la cultura de la empatía, involucrando a todos nuestros activos a lo largo del proceso de venta y “aprender del error” como forma de trabajo, iterando y generando valor a través de técnicas ágiles. En un momento tan desestabilizante como el actual, donde la incertidumbre y la globalidad se nos adhieren a la realidad diaria, la identificación de las habilidades clave en el CMO y hacer que las “cosas pasen” a través de procesos ágiles se convierte en un must que muchas empresas deberían comenzar a afrontar. Preguntas como: ¿tiene sentido aplicar la agilidad en el sector industrial? O, ¿está preparado mi equipo de Marketing para afrontar el reto que nos proponen nuestros clientes? Son preguntas a las que el Agile Marketing proporciona respuestas.

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  Referencias: Informe de tendencias de Marketing Ver aquí

Autor: María Sandoval, Gerente en Deloitte Digital