El metaverso parece que es el concepto de moda: desde que a finales del año pasado Mark Zuckerberg rebautizó a Facebook como META y anunció su visión futura de la compañía, parece que no se habla de otra cosa en el sector tecnológico. Gigantes como Microsoft, Apple o Google se han sumado a la carrera, mientras que numerosas marcas de distintos sectores ya han comenzado a hacer sus primeras incursiones. Quizás la primera pregunta que nos debemos hacer es ¿Qué es el metaverso y ese nuevo concepto del que tanto se habla? Muy pocas personas saben realmente lo que es el metaverso. Incluso muchos directivos se cuestionan si es relevante para sus compañías. Muchas de las ideas relacionadas con el metaverso ya existen y otras lo harán pronto. Un gran número de empresas están invirtiendo con el objetivo de incrementar el nivel de fidelización de sus consumidores, vincularse de otras formas con sus públicos y hacer crecer sus beneficios. El concepto de Metaverso fue acuñado por Neal Stephenson en su novela Snow Crash en 1992, hace referencia a una realidad virtual o aumentada, un mundo paralelo, es una extensión del mundo realen el que cada uno de nosotros tendrá su propio avatar y al que accederemos a través de gafas inteligentes. Aunque el anuncio de Zuckerberg ha sido uno de los movimientos más sonados, su compañía no es la única que avanza hacia esta transformación. En enero de este año Microsoft anunciaba la compra de Activision Blizzard por un valor de 68.700 millones de dólares, una apuesta por el mercado de los videojuegos que evidencia el importante papel del gaming como acelerador del desarrollo del metarverso. Y gigantes tecnológicos como Apple y Google también están dando pasos para adaptar su estrategia de negocio a este nuevo entorno. Cuando mencionamos la palabra metaverso, igual a muchos les recuerda a ‘Second Life’, podemos decir que fue su predecesor a un germen a lo que hoy conocemos como metaverso. Esta euforia en torno a crear un mundo virtual que genere millones de ingresos en transacciones y ahorre otros tantos a las empresas del mundo real llega 18 años después del lanzamiento de ‘Second Life’, el que probablemente sea el mejor ejemplo para explicar al común de los mortales lo que es eso que ahora llaman metaverso. Linden Labs, una empresa creada en la época de las puntocom, lanzó esta mezcla de simulador y videojuego en 2003. De acceso gratuito, los usuarios interactúan a través de avatares personalizados que se crean en el momento del registro. Se les permitía establecer relación con el resto de la comunidad, participar en actividades individuales o colectivas. En ‘Second Life’, los usuarios podían hacer negocios y ganar dinero intercambiables por dinero real, dando clases, en los casinos o programando objetos y vendiéndose después. ‘Second lif’e estaba muy vinculado al ocio. Cuatro años después de su lanzamiento el 85% de las cuentas estaban en desuso, sin actividad. La mayoría de las actividades y acciones costaba dinero. Solo hablar y pasear de lado a lado era gratis. Una vez conocían el funcionamiento no tardaban en aburrirse. Y al no ver retorno de la inversión, las empresas no tardaron dejarlo de utilizarlo.

El metaverso nos puede parecer similar a ‘Second Life’. Pero una de las características del metaverso es que más allá de la parte de social, ocio y entretenimiento, no es un videojuego como lo era ‘Second Life’.

Existen algunas diferencias significativas entre el metaverso que ahora se plantea y ‘Second Life’. El primer gran cambio es que ahora se plantearía como algo descentralizado y no como un universo controlado por una única empresa. Además, gracias a la realidad virtual y aumentada las experiencias son mucho más inmersivas. El segundo es un enfoque laboral, industrial y empresarial, no única y exclusivamente lúdico. El metaverso es un entorno digital muy realista. Donde se podrán desarrollar actividades, comprar y vender productos y servicios, firmar y ejecutar contratos, reclutar y formar al talento e interactuar con consumidores y comunidades. Es esta parte la de interés para las compañías. En el metaverso podrás, por ejemplo, ponerte unas gafas de realidad virtual (RV) y visitar una fábrica en la otra punta del mundo. Podrás ver y tocar la maquinaria, estrechar la mano del responsable local y revisar sus operativas sin moverte. Incluso será posible enviar una versión digital de ti mismo a esa fábrica. Después de abandonar esa recreación digital de la fábrica, ésta seguirá produciendo en paralelo a la fábrica física. En la actualidad, muchos consumidores jóvenes ya se prueban ropa en tiendas digitales o compran productos virtuales en sus entornos de juego online. En la actualidad, las empresas están mirando al metaverso para:
  • Enriquecer la experiencia del consumidor.
  • Lanzar productos virtuales, sólo disponibles en el metaverso.
  • Conocer mejor a los usuario y clientes, recogiendo datos.
  • Comercializar productos y servicios físicos y digitales.
  • La digitalización inversa, pasar de un activo digital aun activo físico en el mundo real gracias a la fabricación aditiva.
  • Desarrollar nuevos entornos más inmersivos de teletrabajo.
  • Combinar nuevas experiencias con los gemelos digitales.
  • Impulsar los medios de pago y la financiación.
Estas oportunidades ya existen, y algunas compañías de diferentes sectores como el retail, inmobiliario y entretenimiento ya están invirtiendo y desarrollando y comienzan a generar y tener nuevas fuentes de ingresos en este nuevo entorno. En el ámbito de la producción y la logística, existen programas que crean digital twins y diseñan flujos de trabajo, detectan ineficiencias, a la vez que multiplican la productividad como, por ejemplo, el nuevo software Nvidia Omniverse implementado en BMW. No solo los centros de producción pueden aprovecharse de las ventajas del metaverso. La simulación de almacenes y los gemelos digitales pueden también incrementar la eficiencia de los procesos logísticos y de las operativas dentro de la cadena de suministro. Según señala el CEO de Nvidia, Jensen Huang, en una entrevista para la CNBC, “el metaverso ayuda a las compañías a reducir los costes operativos de las organizaciones”. El metaverso no solo establecerá una simulación de procesos más detallada, sino que también podría potenciar la implantación de entornos virtuales inmersivos para facilitar la formación en el almacén y los centros de producción. Por supuesto, estos no serán los únicos ámbitos donde el metaverso impactaría dentro de las compañías. En el campo comercial, esta tecnología de simulación en tiempo real facilitará los showroom o las demostraciones de productos donde los usuarios podrán interactuar con los productos sin necesidad de desplazarse y con la misma fiabilidad que si compartieran espacio físico. La promoción de una ciudad digital fue la principal razón del lanzamiento del proyecto metaverso de la compañía de telecomunicaciones alemana Siemens, que simuló la descarbonización de un barrio de Berlín mediante nuevas tecnologías que forman parte del metaverso, como los gemelos digitales. Hace poco se abrió en Corea del Sur la primera fábrica virtual establecida en un entorno metaverso, donde, utilizando gafas de realidad virtual, los visitantes pueden observar el proceso de fabricación de tornillos de plástico y utilizar las máquinas. La fábrica virtual puede cambiar ajustes como la presión de la máquina de moldeado por inyección o la velocidad del proceso de producción, sin necesidad de cerrar la fábrica. En el futuro, la planta de producción podría experimentar una transformación revolucionaria a partir de la implementación de las funciones del metaverso. La logística podría ser uno de los segmentos de la industria más beneficiados por la llegada del metaverso. Esta nueva tecnología ayudaría a optimizar procesos, a eliminar sobrecostes y a facilitar la interconexión entre los diferentes eslabones de la cadena de suministro. Una de las mayores ventajas del uso de simulaciones metaversales es el nivel de seguridad que aportan. Como la plataforma no necesita vincularse a los activos existentes, puede realizar simulaciones peligrosas sin dañar a los trabajadores humanos ni a los robots. Un ejemplo podría ser la experimentación con robots que colisionan para mejorar sus funciones de seguridad futuras. La plataforma también puede aumentar la seguridad de los trabajadores humanos simulando sus avatares cuando agarran las herramientas y montan los componentes para encontrar las estrategias más ergonómicas y reducir los problemas de salud y los accidentes. El metaverso también ayudará a reducir costes y residuos al predecir con precisión cuántos trabajadores se necesitan para una tarea y qué máquinas son necesarias para cada aplicación. Aunque no sabemos con certeza cómo será el futuro de la fabricación una vez que el metaverso pase a ser convencional, sí podemos seguir hablando de las posibles ventajas. Desde la mejora de las simulaciones y el mantenimiento predictivo hasta el aumento de la seguridad de los humanos y los robots, es probable que el metaverso revolucione la planta de producción. Las características del metaverso están provocando que cada vez nuevas empresas quieran entrar de alguna u otra manera en esta tendencia. De hecho, según Blomberg Intelligence, este mercado representará unos 800.000 mil millones de USD en el año 2024. Un consejo final para aquellas empresas que quieren comenzar a trabajar y desarrollar iniciativas en esta nueva dimensión del metaverso. Un aspecto fundamental que deben tener en consideración las compañías, cuando se adentran en el metaverso es el alineamiento entre el entorno físico con el digital. Cuando se añaden o se planean añadir servicios y/o activos digitales a la cartera de productos, se debe procurar que la experiencia de marca sea coherente tanto en el entorno físico como en el digital. Del mismo modo que la experiencia digital debe coincidir con la física, también debe hacerlo en el metaverso.